Ver cómo se van consolidando sentimientos de cariño y amistad entre los niños, cómo los expresan cada vez con más naturalidad y ser testigo de ello es una de las cosas más bonitas que vivimos los profes en nuestras aulas.
Sus papás, Ana y Poli, a los que también hemos echado de menos en las entradas y salidas, nos han sorprendido con una deliciosa tarta para demostrarnos lo contentos que están ellos también con su regreso. Desde luego, el sentimiento es mutuo, así que muchísimas gracias por este detalle y hacer que la vuelta de Alan haya sido todavía más especial si cabe.
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